El profesor de Ciencia Política en Universidad Carlos III y miembro de la dirección de Izquierda Abierta, nuevo partido político integrado en Izquierda Unida, ha realizado una brillante intervención en Ágora que ha girado básicamente con la valoración de las elecciones en Galicia y el País Vasco y sobre los principios que hay que tener en cuenta para el diseño de un proyecto de Izquierda que pueda dar respuesta si ofrecer alternativas al sistema actual.
Después de su intervención se ha producido un debate donde diversos miembros de Ágora han ofrecido sus propias opiniones y realizado preguntas aclaratorias al ponente.
Algunas ideas base expuestas por Pedro Chaves son:
Las elecciones gallegas, vascas y lo serán seguramente las catalanas, deben ser analizadas desde varios planos. Por ejemplo, de la lectura en clave de parlamentarios de las elecciones gallegas hay intereses en que se deduzca que las elecciones han supuesto un ascenso del PP y un retroceso de las fuerzas de izquierda. Sin embargo, si analizamos el número de votos no es así. Esto pone en evidencia que las leyes electorales producen una disfunción entre la voluntad ciudadana y la representación parlamentaria. Para un análisis más correcto de cualquier elección, local, autonómica o general, primero hay que analizar los votos y después los escaños y en ese orden. Siendo así, en Galicia el PP ha perdido 102 mil votos y la derecha ha sacado sólo 12 mil votos más que las fuerzas progresistas (y aquí incluyo al PSG). Por lo tanto, la victoria no es abrumadora sino algo más matizada.
En Galicia concretamente, la agenda de PP no ha sido la agenda de recortes que se ha realizado en la Comunidad de Madrid o Valencia. Otra cosa es lo que se vaya a hacer ahora. Por lo tanto, esos resultados no se pueden leer como de apoyo a la política de recortes como pretende el PP. En ese sentido han primado mas las propias peculiaridades gallegas.
«No hay que cortarse las venas». Hay cosas que están emergiendo y que se abren paso. La novedad en Galicia se debe ver en la emergencia de ANOVA que se la ha querido ver como la Syriza gallega. Tienen poco que ver la experiencia griega. Pero significa la aparición de una fuerza política novedosa en el ámbito de la izquierda alternativa y que ha conseguido unos resultados magníficos.
Por lo tanto, tenemos que explicar desde sitios como este y hasta en los bares, que los resultados no son la abrumadora victoria del PP, porque además estaríamos dando por bueno que los distintos parlamentos representan correctamente la mayoría del sentir ciudadano. Y no es así.
Desde los noventa y especialmente desde la crisis, los sistemas de representación política son muy volátiles. Si hasta los noventa había una estabilidad política profunda, ahora hay una inestabilidad que puede ocasionar, de un día para otro, cambios inesperados. Para unos y para otros y para nosotros también, nada está asegurado. Por ejemplo, en Grecia se ha producido la emergencia de Syiriza y el debacle de las dos únicas fuerzas que habían hegemonizado la política griega desde la segunda guerra mundial. Sin embargo, en Alemania, en las últimas elecciones regionales nuestro partido “hermano”, La Izquierda, se ha hundido estrepitosamente y ha emergido con fuerza el partido Pirata que tiene mucho que ver con todo el fenómeno de Internet y las redes sociales.
La moraleja es, por lo tanto, el alto grado de volatilidad que en la actualidad tienen los sistemas y partidos políticos. En este momento, quien está “pagando el pato” es la socialdemocracia.
Hay quien piensa que con la crisis “contra peor mejor”, que con la crisis los partidos de izquierda vamos a poder estar mejor posicionados. Esto es un error. Después de muchos años de políticas neo conservadoras, el sentido común de lo que permite a la gente interpretar lo que está pasando no es de izquierda, es claramente de derechas. Lo que está emergiendo en muchos lugares es la extrema derecha. Aquí hemos tenido mucha suerte que ha aparecido un fenómeno que se llama 15M que ha resituado en términos de izquierda derecha el tema de la crisis y su interpretación.
La alta volatilidad nos afecta a todos. Hay oportunidades pero hay que trabajarlas. Las últimas estadísticas de lealtad a los partidos políticos han bajado del 80% al 30% y 40% para el PSOE y el PP respectivamente. Por lo tanto, en las próximas elecciones generales puede haber un gran cambio. Pero hay que trabajarse que ese cambio nos sea favorable.
Después de treinta años del estado de las autonomías estas funcionan muy bien, quizás mal en términos de administración, quizás mal en términos de servicios o política, pero sí muy bien en términos identitarios y de diferenciación entre las mismas y dentro de las mismas. Es el entorno donde los ciudadanos identifican la política y los políticos o las personas políticas. Es el entorno que hace “comprensible” la política a los ciudadanos. Por lo tanto, hay que decir que no se pueden entender las elecciones gallegas desde España o las elecciones vascas o catalanas y tampoco las andaluzas o valencianas. Y esto nos crea un problema a la izquierda alternativa federal. Sobre todos a aquellos que pretendan reconstruir un proyecto federal o estatal desde el centro, pues van a tener un rotundo fracaso. Con todos los matices que se quiera, cualquier recomposición de la izquierda a nivel global debe ser hecha de forma confederal y tener en cuenta los distintos grupos de izquierda que se han ido configurando y consolidando en los distintos lugares. Por ejemplo, no se puede hablar de izquierda en Euskadi sin hablar con Bildu. Como hay que hablar con el Bloque en Galicia o con Compromis en Valencia. Y eso implica, no solo querer hacerlo, sino saber escuchar, pues los distintos grupos consolidados quieren ser escuchados y tener su protagonismo.
Si miramos el mapa de la representación política de la izquierda alternativa en el estado español veremos de su fragmentación. A algunos les parecerá que esto es indeseable.. pero es lo que existe y hay que tenerlo en cuenta.
En Izquierda Unida estamos muy acostumbrados al valor de la marca y que da igual quien se presente a las elecciones. El caso gallego vuelve a mostrar la importancia de las personas que se presentan, y sin duda, el éxito de ANOVA se ha visto favorecido por la presencia de Beiras. Los referentes personales de seriedad, honestidad, rigor, etc. son muy importantes para la ciudadanía. En su momento, Julio Anguita suscitó muchas simpatías e izquierda Unida no hubiera sido lo que es, sin contar con el liderazgo de Julio. Independientemente de los errores o aciertos que unos u otros le atribuyan. A Beirás, igualmente, se le conoce en todo el estado español y ha despertado en Galicia también esa adhesión e ilusión en un proyecto nuevo.
En el país vasco ha faltado ese liderazgo y además la presentación por separado de las “dos” izquierda Unida ha supuesto que no hayamos sacado tres o cuatro diputados y además hubiésemos evitado la presencia de UPyD en el parlamento. Eso, solo sumando los votos de EB y IU. Es decir, UPYD está en el parlamento vasco gracias a nosotros.
La crisis ha puesto otra vez sobre la mesa las carencias del sistema capitalista. Las desigualdades, la exclusión y el empobrecimiento de las clases medias ya se estaba produciendo antes de la crisis, pero ahora es cuando ha emergido y nos permite hablar “nuevamente” en términos de izquierda – derecha. Tendremos que pensar en torno a quien o quienes queremos dirigirnos, a que espectro de la población ¿al 90%? al ¿20%? pues tendremos que adoptar nuestras prácticas y nuestras propuestas a eso.
La política actual no puede ser una reproducción de la política de hace cien años. Hay que repensar la izquierda, su organización, su agenda.. en el horizonte que este es un sistema a superar y conscientes de la validez de la frase de Rosa de Luxemburgo “Socialismo o Barbarie”. Por lo tanto, hay que operar con los nuevos parámetros y realidades. Muy especialmente también con las nuevas tecnologías, internet.. redes sociales.. etc. También tener en cuenta el 15M por poner un ejemplo. El 15M es un resultado de las nuevas tecnologías, .. de la importancia de una interrelación horizontal.. sus asambleas no son un episodio curioso, sino indicadores de nuevas formas de hacer política y nuevas formas de comunicación-relación.
Syriza es un fenómeno específicamente griego, como Die Linke es un fenómeno alemán. Nosotros debemos pensar e inventar nuestro propio recurso organizativo que pueda representar la protesta, la esperanza, etc .
Las tres cosas que deberíamos intentar poner en la agenda como prioridades son en primer lugar un proceso constituyente de la izquierda alternativa (intentando superar nuestras “pequeñas” miserias), no conformarnos con lo que existe, sino construir algo “decente” para hacer frente al monstruo de la derecha que tenemos enfrente. Debe hacerse desde la humildad, desde el que aquí no sobra nadie, no hay que buscar quien se suma a mi carro, sino qué nueva cosa construimos entre todos. Y aunque seamos internacionalistas y la palabra “nacionalismo” nos pueda producir urticaria, debemos tener en cuenta las realidades de los distintos territorios.
En segundo lugar, debemos construir un bloque social alternativo es decir, contraponer a los valores de la derecha, un bloque social con los nuevos valores de solidaridad, cultura, igualdad, austeridad, participación..
En tercer lugar, inventar un nuevo modelo organizativo y de prácticas políticas. Debemos tener un modelo más horizontal y abierto, más participativo, que incorpore los factores de igualdad, paridad, etc.
Y el papel de IU Abierta es desde la absoluta humildad, potenciar y defender todo esto.